El vidrio laminado es uno de los materiales más versátiles que existen hoy en día, debido a que se utiliza para una gran variedad de elementos como mesas, ascensores, puertas automáticas, pasamanos, balcones, barandillas, mamparas, escaparates comerciales, entre otros muchos usos. El proceso para laminar vidrios es todo un arte, ya que requiere del seguimiento de una serie de pasos importantes que garantizan la obtención de un material muy resistente, atractivo y totalmente seguro, utilizando para su fabricación capas de distintos materiales. El vidrio a utilizar para su fabricación puede ser vidrio incoloro con masa de color o con capa, vidrio transparente, translúcido, termoendurecido, templado o incluso tratado en su superficie como los vidrios arenados o mateados.
Materiales del vidrio laminado
El vidrio laminado es una composición de vidrio formada por dos o más vidrios unidos entre ellos por uno o más intercalarios. Se trata de la unión de materiales inorgánicos (vidrios) por medio de un material orgánico. Esa es la razón por la que también se le conoce como cristal de seguridad o vidrio de seguridad, ya que tienen una resistencia que lo sitúa dentro de este grupo, por lo que su uso es múltiple. Los resultados de laminar vidrios pueden ser la obtención de un vidrio translúcido, transparente o de colores, de acuerdo con el uso que se le proporcionará. Para crear un vidrio laminado de colores, basta con utilizar separadores de PVB o de EVA de color; incluso se le pueden agregar elementos como el papel con algunos dibujos, telas, madera, diodos tipo LEDs, acero, entre otros.
¿Qué se requiere para laminar vidrios?
Para laminar vidrios es necesario utilizar una lavadora, sala de ensamblaje, horno de precalentamiento con calandras, y finalmente un autoclave el cual será configurado con unos parámetros de presión, temperatura y tiempo de ciclo acorde con los vidrios a procesar.
Proceso de fabricación del vidrio laminado
El vidrio laminado hace referencia a la unión de una serie de vidrios de diferente o igual grosor, utilizando para ello una serie de películas o capas intermedias. Todo este proceso de laminar vidrios se realiza con una serie de máquinas que someten a los vidrios y a los intercalarios a una presión y calor determinado para así conseguir su fusión perfecta. Este tipo de cristal de seguridad tiene la particularidad de que al fracturarse, sus películas plásticas evitan el desprendimiento de trozos de vidrio, por lo que en caso de que se presente un inesperado impacto o rotura evita la posible proyección de fragmentos de vidrio o astillas, cumpliendo de esa manera su función como vidrio de seguridad.
Aplicaciones comunes del vidrio laminado
El vidrio laminado tiene hoy en día muchos usos, debido a lo atractivo que resulta y la tranquilidad que aporta como cristal de seguridad. Por ese motivo se utiliza en la industria automotriz, así como en la arquitectura y el diseño de interiores, centros comerciales, lucernarios, cárceles, entidades bancarias, etc. La utilización de este tipo de vidrio está muy presente en centros de negocios, y en edificios de oficinas donde su uso como separadores de estancias para conseguir incluso una atenuación acústica está muy demandado. Utilizado también con mucha frecuencia en hospitales e incluso a nivel decorativo y funcional en peldaños de escaleras con nivel de antideslizamiento homologado.
